CARDO MARIANO

CARDO MARIANO

El Cardo Mariano (Silybum marianum L. Gaertner.) es una planta medicinal perteneciente a la familia de las Compuestas, vigorosa, de aspecto espinoso, capaz de alcanzar cerca de los dos metros de altura. En algunas zonas es conocido como “cardo borriquero”. Sus hojas son grandes y espinosas y poseen unas “flores” denominadas botánicamente “capítulos florales” de un característico color rosa o púrpura. Posee unas manchas blancas en las hojas que se extienden a lo largo de sus nervios. Dice una leyenda popular que estas manchas eran gotas de leche del seno de la Virgen María que cayeron sobre las hojas durante la persecución de Herodes. Por ello en época medieval se recomendaba el uso del cardo mariano a madres lactantes para aumentar su secreción de leche. De ahí también su nombre de cardo “Mariano”.

MEDICINA POPULAR

Usado ya en la antigüedad principalmente en el tratamiento de trastornos hepáticos, del bazo y de la vesícula biliar como hepatitis y cálculos biliares. Ya Dioscórides lo recomendaba como remedio en las mordeduras de serpientes y Plinio el Viejo (siglo I a.C.) infusionaba semillas de cardo mariano para trastornos de origen biliar. En el siglo XVII, Nicholas Culpeper recomendaba su uso en la ictericia (coloración amarilla que adquiere la piel y mucosas por acumulación de bilirrubina en los tejidos). También era usado el cardo mariano como:

• Tónico amargo (estimulante digestivo)
• Galactogogo (se dice de aquellas sustancias que estimulan la producción de leche)
• Remedio para el tratamiento de las hemorroides
• Tratamiento para la amenorrea (ausencia de menstruación)
• Tratamiento de hemorragias uterinas
• Alivio del estreñimiento
• Tratamiento de diabetes
• Tratamiento en fiebre del heno
• Tratamiento de varices

COMPOSICIÓN

Los flavonolignanos, conocidos con el termino general de Silimarina, son los principales componentes de los frutos del cardo mariano. La silimarina es una mezcla de varios compuestos identificados y aislados en 1968 por Wagner y otros. Está formada principalmente por silibina (50 al 70% de la mezcla), isosilibina, silicristina y silidianina. La silimarina está presente en toda la planta, pero más concentrada en la superficie externa de los frutos y está ausente casi de manera absoluta en las hojas. Otros componentes presentes son flavonoides, lípidos (20-30%) en forma de ácido linoleico, oleico y palmítico, esteroles, mucílagos y azúcares. La droga vegetal debe contener al menos un 1,5% de silimarina (expresada en silibina).

Existen variados preparados en el mercado que incluyen silimarina.

ACTIVIDAD ANTIOXIDANTE

La silimarina y en particular la silibina, su componente principal son potentes antioxidantes que interaccionan con los radicales libres, transformándolos en componentes menos activos, y, por lo tanto, menos perjudiciales para el organismo. Esta acción antioxidante está relacionada de forma estrecha con sus propiedades hepatoprotectoras, ya que los radicales libres actúan en reacciones oxidativas involucradas en alteraciones hepáticas como inflamación, necrosis hepática, cáncer hepático y toxicidad de numerosas sustancias.

ACTIVIDAD HEPATOPROTECTORA

La silimarina favorece la regeneración hepática en casos de cirrosis alcohólica y previene el daño hepático inducido por fármacos psicotrópicos. Reduce las concentraciones plasmáticas de bilirrubina, glutamiltranspeptidasa (GGT) y tiene un efecto positivo en los niveles de aspartato-aminotransferasa (AST-GOT) y de alanina-aminotransferasa (ALT-GPT). No induce mejoras en los síntomas, en la calidad de vida o en los niveles de la función hepática (AST, ALT Y GGT) en pacientes con hepatitis víricas (tipo B o C).

Posee efecto colagogo, que favorece la secreción de bilis por la vesícula biliar.

La silimarina es capaz de provocar la estimulación de las células hepáticas dañadas por diversos tóxicos como el tetracloruro de carbono, el alcohol etílico o la faloidina contenida en la Amanita phalloides, una de las setas más tóxicas.

Estimula también la síntesis de proteínas en las células hepáticas.

ACTIVIDAD ANTIFIBRÓTICA

Siempre que se ocasiona un daño de forma crónica al hígado se produce la denominada fibrosis hepática. Es un proceso evolutivo del hígado entre el daño crónico y la cirrosis. La silibina reduce significativamente este proceso por su acción antiinflamatoria sobre el mesénquima (tejido fibroso de sostén) del hígado.

El hígado es un órgano con gran importancia en la regulación metabólica de las lipoproteínas plasmáticas (HDL, VLDL y LDL entre otras), por lo que cualquier daño hepático refleja una alteración que puede acarrear el desarrollo de aterosclerosis, especialmente si el colesterol está elevado. También la silimarina tiene efecto directo sobre el metabolismo del colesterol, reduciendo su concentración. Reduce los niveles de LDL (“colesterol malo”) y eleva los de HDL (“colesterol bueno”).

OTROS USOS

Los frutos y en menor proporción hojas y raíces contienen otras sustancias (aminas, aceite esencial, albuminoides y taninos) que podrían explicar su acción reguladora sobre el sistema nervioso vegetativo encargado de controlar el tono de los vasos sanguíneos. por todo ello se usa tradicionalmente en:

• Jaquecas y neuralgias.
• Astenia (fatiga) y agotamiento
• Cinetosis (mareos y vómitos en viajes)
• Reacciones alérgicas: fiebre del heno, urticaria y asma.

El cardo mariano se caracteriza por su elevada tolerabilidad. No se conocen interacciones con fármacos o alimentos. Raramente se ha observado algún efecto secundario, en todo caso de tipo gastrointestinal. Algún autor ha recomendado su uso prudente en pacientes hipertensos.

RESUMEN

Actividad farmacológica: actividad hepatoprotectora, antioxidante (anti-radicales libres) y antiinflamatoria.

Uso Clínico: en daño hepático por intoxicaciones de distinta naturaleza. Tratamiento coadyuvante en pacientes con trastornos inflamatorios crónicos hepáticos y con cirrosis hepática.

Contraindicaciones: hipersensibilidad conocida a plantas de la familia Compuestas.

Advertencias y precauciones especiales de uso: no hay estudios clínicos en embarazadas o lactantes. Conforme a la praxis médica general, no se debe utilizar sin consulta previa a un médico.

Interacciones: no se conocen.

Efectos secundarios: en raros casos un ligero efecto laxante.

BIBLIOGRAFÍA

• Elisabetta Boncompagni, Erika Bianchi, Corrado Giua. Guida Bibliografica ai più Noti Fitoterapici. 2010