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GOLPE DE CALOR

Publicado en26/06/2020 Por 368
Al inicio del verano el sentido común y una buena hidratación pueden librarnos de aparecer en los informativos como protagonistas del temido Golpe de Calor.
Para que nuestro organismo funcione adecuadamente, los seres humanos debemos mantener una temperatura constante de unos 37°C. A veces, cuando las condiciones atmosféricas son extremas, por calor o frío, este mecanismo de termorregulación puede fallar, pudiendo originar mal función de algún órgano corporal. Cuando se presentan las olas de calor, sobre todo en las primeras horas, el cuerpo no se encuentra habituado a esas temperaturas tan extremas y como consecuencia puede presentarse el temido golpe de calor (shock térmico). Los mecanismos de aclimatación corporales no están preparados todavía.
Se presenta con una elevación de la temperatura corporal por encima de los 40°C de aparición muy rápida, que si no es tratada correctamente puede causar graves problemas, colapso e incluso la muerte.
Suele producirse en horas centrales del día, con temperaturas ambientales elevadas (muy frecuente en los meses de verano) acompañadas de altos niveles de humedad, con lo que la sensación de sofoco es aún mayor. Afecta en particular a niños y lactantes, a jóvenes y a personas mayores. En los jóvenes suele producirse por realizar ejercicio físico intenso a altas temperaturas mientras que, en las personas mayores, aún sin exponer el cuerpo a ejercicios intensos, puede aparecer el golpe de calor por un desajuste del mecanismo de control de la temperatura corporal que no es tan eficaz como en los jóvenes.
También han de tener precaución personas con obesidad o que presenten enfermedades crónicas: diabetes, insuficiencia renal, insuficiencia respiratoria, enfermedades cardiovasculares o neurológicas. Personas dependientes, encamados, con aislamiento social o con sus facultades mentales reducidas también son población diana de esta patología.
Algunos medicamentos como los antihistamínicos, diuréticos, betabloqueantes, psicótropos, pueden predisponer al golpe de calor, así como el consumo de drogas (éxtasis, cocaína…).
Los síntomas más frecuentes son:
  • Temperatura corporal superior a los 40°C.
  • Bajo nivel de conciencia.
  • Dolor de cabeza, mareos.
  • Taquicardia (pulso cardiaco acelerado).
  • Disminución de la producción de orina (oliguria).
  • Como consecuencia de la deshidratación: piel caliente, sequedad de mucosas, piel seca (ausencia de sudor).
El cuadro puede agravarse si la temperatura corporal supera los 41°C o si se acelera la respiración.
Las medidas que se recomiendan para revertir este proceso están todas basadas en intentar disminuir esa extrema temperatura corporal. Situar al paciente en un lugar fresco y oscuro. Medidas como desnudar al paciente, pulverizar sobre la piel desnuda agua mientras abanicamos o creamos corriente de aire con un ventilador, etc. Si el paciente lo admite, se intentará la rehidratación bebiendo agua o líquidos, evitando las bebidas muy azucaradas, alcohólicas, gaseosas, café o té. Si el afectado perdiera el conocimiento, por su seguridad, lo situaríamos acostado de lado (decúbito lateral).
El golpe de calor puede tener consecuencias fatales y pese a efectuar este tipo de medidas paliativas, no elimina la obligada asistencia de personal sanitario especializado. No se debe dudar de avisar al servicio de emergencias sanitarias (112) ante la mínima sospecha de que podemos encontrarnos ante un golpe de calor. Hasta la llegada del personal sanitario vigilaremos al paciente.
Recordemos que alrededor del 80% de los afectados son personas mayores de 65 años y en los deportistas es la segunda causa de muerte tras lesiones medulares o cerebrales.
La mejor prevención, por tanto, evitar actividades en las horas del día en las que la temperatura es más elevada, permaneciendo en lugares frescos a la vez que nos hidratamos adecuadamente.
 
Bibliografía
  • M. Moya Mir, C. Montero Hernández. “Hipertermia”. Guía de Actuación en Urgencias. 2006
  • J. C. Andreu Ballester, C. Tormo Calandín. “Síndromes por calor”. Algoritmos de Medicina de Urgencias. 2003
  • M.J. Morales Acedo, M. Nogués Herrero, A. Borrás Cervera, E. García Arjona. Golpe de calor. A propósito de un caso. Medicina de Familia. Semergen Vol.31. Núm. 4. 2005

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