Aceite de Prunus armeniaca, obtenido por primera presión en frío de la nuez del albaricoque.
Un compañero exclente repleto de vitaminas.
Es uno de los aceites más suaves y polivalentes. Tiene numerosas propiedades cosméticas, suaviza la piel y da al rostro un aspecto resplandeciente. Bien tolerado por todo tipo de pieles, incluso las de bebés y las más sensibles.
Por su olor neutro, su facilidad de uso, su buena relación calidad-precio y sus propiedades genéricas, es una excelente base para distintos preparados a base de aceites esenciales. Imprescindible en las vacaciones en familia para preparar la piel para la exposición al sol y para los cuidados cotidianos en el baño o después de la playa.
COMPOSICIÓN
Dos tercios de ácidos grasos monoinsaturados (omega 9). Algo menos de un tercio de ácidos grasos poliinsaturados (omega 6). Contiene provitamina A (beta-caroteno efecto rostro radiante). También contiene vitamina E y fitoesteroles, dos potentes antioxidantes.
MODO DE EMPLEO
10 g (1 cucharada) por día.
Conviene para el masaje cutáneo aromático, nutre y regenera la piel. Devuelve a la piel elasticidad y suavidad, sin dejar una capa de grasa.
Consejos & trucos :
Costra láctea: Empapar generosamente cada costra con un algodón o una pequeña esponja con aceite de nuez de albaricoque. Dejar actuar durante 30 minutos y despegar con mucho cuidado cada costra con la punta de los dedos. No utilizar las uñas ni rascar.
ADVERTENCIAS
Mantener lejos de toda fuente de calor y luz.
Una vez abierto, consumir antes de 3 meses.