SALUD CARDIOVASCULAR (I)
Publicado en19/11/2020
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¿Qué es el colesterol?
El colesterol es una sustancia indispensable para nuestro organismo que está presente en cada una de nuestras células, por tanto, se encuentra en todos nuestros tejidos y órganos. Tiene dos orígenes, uno endógeno, es decir, que lo produce nuestro cuerpo, concretamente el hígado (70%) y otro exógeno, que es aquel que ingerimos con nuestra dieta (30%).
El colesterol desempeña en nuestro organismo numerosas funciones útiles que lo hacen necesario. Entre otras:
- Es un constituyente fundamental de las membranas celulares.
- Es la molécula básica para la síntesis de diversas hormonas, así como de la Vitamina D
- Es necesario para la producción de los ácidos biliares (los ácidos biliares son los encargados de conseguir que los lípidos puedan absorberse en el intestino).
La cantidad de colesterol ingerido y/o producido debe ser igual al colesterol usado y/o eliminado. En condiciones normales debería existir este equilibrio: lo que se ingiere (exógeno) o fabrica (endógeno) debe o utilizarse correctamente por las células o eliminarse.
Ingerido + Producido = Usado + Eliminado
Estilos de vida incorrectos o poco saludables y/o factores genéticos (hipercolesterolemias familiares), pueden hacer que este equilibrio pueda perderse. En estos casos se producirá un aumento del colesterol en sangre que, junto a otros factores como niveles elevados de triglicéridos, hipertensión, diabetes, tabaco..., pueden aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular como un infarto o un ictus. Los valores recomendables de colesterol no deberían superar los 200 mg/dl. Si esta cifra se supera hablaremos de colesterol moderadamente elevado y si se superan los 240 mg/dl hablaríamos de colesterol elevado.
Una dieta rica en grasas, carbohidratos o alcohol puede provocar un aumento de los niveles en sangre de triglicéridos. Este aumento se relaciona a menudo con tasas elevadas de LDL-colesterol (colesterol “malo”) y con valores disminuidos de HDL-colesterol (colesterol “bueno). Por lo tanto, es recomendable mantener los triglicéridos por debajo de los 150 mg/dl.
Por todo lo explicado anteriormente, es necesario llevar un control adecuado de los niveles sanguíneos de colesterol y triglicéridos. Ello traerá consigo una reducción potencial del riesgo de sufrir un accidente cardiovascular, aunque habrán de tenerse en cuenta otros factores de los que hablaremos más adelante.