Las avellanas son excepcionalmente ricas en lípidos. Esos lípidos presentan la originalidad de estar compuestos en su mayoría de ácidos grasos insaturados, particularmente de monoinsaturados (76% de la grasa total).
La avellana es abundante en fibras (6,5 g por cada 100g), mayoritariamente soluble. Este contenido en fibra (sobre todo soluble) ayuda a mejorar la intestinal.
Como la almendra, la avellana presenta un perfil vitamínico único, dominado por la vitamina E, extremadamente abundante en los frutos oleaginosos (hasta 21 mg) ya que suele acompañar a los ácidos grasos insaturados. Se encuentran también importantes cantidades de vitamina B (desde 2 hasta 10 vez más que en frutos frescos).
COMPOSICIÓN
Avellanas parcialmente desgrasadas, maltodextrinas y maltosa.
*Puede contener trazas de frutos secos, productos lácteos, apio, soja y sésamo.
MODO DE EMPLEO